lunes, 2 de febrero de 2009

mi (in)capacidad para explicar...

Ya el día viernes, tu llamada, tu tono festivo y sonriente me molestó...más aún al decirme que de vez en cuando debíamos hablar y no sólo enviarnos e-mail. Fue el momento en que sentí que nuestra "sintonía" no era la misma.
No podía entender, que no entendieras, que en el estado que estaba me hablaras con (y de) alegría.

Sé que no podías saber que tan fuerte había sido la terapia del día anterior y las razones que me llevaron a desistir de verte después, ya que sólo quería dejar fluir mi dolor, mi llanto, mi ira contra el mundo y conmigo misma. Necesitaba entender y procesar lo que descubrí en mis recuerdos, pero en ese momento, tenía que ser sola.

También debía aceptar un nuevo diagnóstico y evaluar con otro especialista la mejor manera de controlar esta estúpida enfermedad que hoy es mi compañera, mi sombra.

El viernes por la tarde, cuando me respondiste el mail que te escribí diciendo que me gustaría verte un rato para hablar de lo que había pasado el día anterior en la terapia y respondiste "ya veremos", "un paso a la vez"... fue un puñal que atravesó mi pecho y entendí que no puedo contar contigo siempre y en mi interior, sentí tu abandono, real o imaginario...pero así fue...

Y fuiste una persona más en este mundo que a veces, odio...ya no eras el sol que me iluminaba en la oscuridad, te convertiste en un rayo negro que rasga el cielo con su cruel realidad.

El fin de semana fue simplemente devastador, me costaba entender lo que me ratificaba el otro médico, es "endogena", "es crónica" "es biologica" y tienes que aprender a convivir con ella, habrán momentos de crisis máxima como ahora y períodos de calma pero siempre con el riesgo que las ideas suicidas regresen y en esos momentos debes saber donde y a quién acudir...me sentí desvalida...me sentí sola...sentí el peso del abandono...más que nunca quise morir...

Y hoy, lunes, tus palabras me dicen "Ojala el fin de semana te haya servido para descansar y desenchufarte de la rutina, siento que estas en etapa de ostracismo. Recuerda que te quiero y que quiero lo mejor de la vida para tí. Fuerza y un paso a la vez"

Ayyyyyyy...desató aún más la rabia contra mí, no contra tí...
Qué culpa puedes tener tú de lo que me pasa a mí?...ninguna.

Y mi respuesta fue con todo lo oscuro que tenía en mi corazón, con toda la ira que siento por la inercia de mi vida, por mi desgano...por despreciar y no saber aprovechar la energía que me entregas, por no encontrarle sentido a nada...porque hoy, a estas alturas ya nada me motiva, no se ni porque me levante a trabajar, será que aún me queda el miedo absurdo al que dirán...eso es locura...¿como me puede mover eso y no el cariño de la gente que quiere que esté bien?...¿como puedo ser tan egoísta y querer llenarme de la fuerza de otros para sobrevivir?...por eso te contesté así, por eso sé que te herí, por eso te dije que ya no depende de tí...porque es la verdad y no puedo abusar de tu buen corazón y desgastar tu amistad en algo que no te corresponde...tu vida también ha sido dura, quizás más o tal vez menos que la mía, no se puede medir algo así, las balanzas son distintas, pero el dolor nos ronda y si, al menos yo, no lo sé encauzar, no es justo para tí...

Sólo...disculpame...

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