El anuncio de la muerte
El tema de la muerte ronda por estos reinos y me lleva a reflexionar ...
¿Cuantas cosas haríamos hoy, si supieramos que nuestra vida terminará mañana?
¿Quisieras saber que morirás?
¿Es válido querer solucionar temas pendientes, sólo porque sabes que morirás?
Enero del 2007, una llamada sorpresiva de mi prima: Mamá está internada en la UTI de la Clinica Santa María...pero por qué, qué pasó?...no sé, estaba en la peluquería y convulsionó...cómo? qué significa eso?...no sé, ven por favor...ok, voy para allá...
Ese fue el inicio de esta historia familiar. Mi tía de 53 años, mujer hiperactiva, pilar de la casa, se desvanecía de la nada en un sillón de peluquería, quedando inconsciente por horas.
Días de angustia, examenes y el diagnóstico lapidario: un tumor cerebral en el lóbulo derecho en la zona más profunda. Biopsia: maligno, inoperable por el riesgo. Días y semanas buscando segundas, terceras opiniones, nuevos examenes y eminencias nacionales confirmando el diagnostico, nada que hacer: meses de vida. Decisión: no decirle la verdad.
Una familia deshecha, un mundo de cuestionamientos y el cambio radical de vida. Las idas y regresos a las radioterapias, a quimioterapia, al psiquiatra.
El camino ha sido lento, agotador, estresante, desmoralizador, hasta el punto en que te preguntas ¿por qué el Señor no la deja descansar de una vez?
Cada uno de ellos, que tienen que convivir con el deterioro que produce este tumor, sienten que se van muriendo un poco cada día. Ella ha ido poco a poco perdiendo la capacidad de comprensión, de comunicación, de hablar, de ver. Ya no tiene movilidad en su cuerpo,
Febrero del 2008- Llamada teléfonica: Mamá está hospitalizada con neumonia. Vienes? no sabemos si sale de acá....
Ay Dios! Hasta cuando? Será este el final? ....
6 días después, sale de la clínica y nuevamente a casa...
Hace unas horas llegué de verla, está postrada en una cama, con sondas, con crisis respiratorias y oxigeno. Es la etapa final.
Ya todos nos hemos despedido. Hemos rezado por ella.
Hemos reflexionado, cuestionado y llorado.
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Cuál es el momento correcto de hacer un "mea culpa"????
He ido aprendiendo que la vida, en todos sus sentidos, debe vivirse día a día y como si el mañara no existiera, por tanto, debo ir solucionando los temas en el momento, pero qué hago cuando el tiempo se me escapa de las manos, cuando no tiene las horas suficientes para arreglar todo??
Etiquetas: despedidas, familia
publicadas por Principesa @ 01:14
2 Comentarios:
Hola Principesa: Primero gracias por estar en mi casa, a pesar de mis ausencias.
Triste lo de tu tía. Y claro que hace pensar.
Yo preferiría no saber cuanto me queda. Debe ser terrible, pero si no aceptaría que quienes me quieren lo sepan y yo no. Creo que la decisión es personal y si las cosas están ya sin remedio, le ruego a Dios que yo sea quien me entere y no mi familia.
Siento al igual que tu, que las cosas hay que solucionarlas lo más pronto posible, para que no se acumulen, pero en la realidad uno las va dejando para después, quizas es una forma de postergar el pensar en que en algún momento a todos nos llegará el tiempo de partir.
Te dejo un fuerte abrazo, cuidate mucho,
Pay
Hola mi niña!...tengo tuto, me duele la cabeza, pero sabes?
Necesitaba dejarte un gran beso, un abrazo de oso y sobre todo decirte que tienes mi cariño.
P.D. Gracias por los comentarios en mi ausencia y por el "dato". Estoy de vuelta...a medias, pero de vuelta.
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