Llamadas y reencuentro
El destino te trajo de regreso aquel día.
Yo había estado divagando sobre si debía o si quería llamarte, bastaba con preguntar tu número de teléfono pero decidí que no y hace una semana escuche tu voz después de más de 8 años.
Mi celular sonó, un número desconocido, no contesté. La segunda vez, si: Aló, D@ ? soy Claudio...Hola!
Quedé sorprendida con la llamada y a la vez intranquila, ya que aparte de la alegría que me causó también sabía que la pelota se había puesto en juego y que el momento de enfrentar el pasado se acercaba. De reconocer errores, de pedir disculpas si hace falta, de reencontrarme con la epoca más linda de mi vida pero también del momento en que todo cambió.
No soy muy buena para hablar y menos por teléfono pero aquel día hablé mucho: de los ultimos meses con la enfermedad de mi tía, del reencuentro con mi madre. Hablé y hablé sin preguntar mucho por ti e intentando no dar la posibilidad de que me hicieras la pregunta que temía: cuando nos vemos? Pero fue inevitable y mi reacción peor: no puedo, me complica, mi horarios, cualquier cosa con la promesa de dejarlo para otra vez.
Los recuerdos llegaron por montones.
Al día siguiente, llamaste nuevamente para preguntar si había pensado el tema y cuando nos podíamos ver, yo negandome y dejandolo para más adelante.
El fin de semana viajé a mi tierra, le conté a mi tía. Ella me aconsejó. La escuché con atención pero le dije que no lo haría. Que no era el momento, que me podía exponer a mucho sufrimiento, a equivocaciones. Que no estaba preparada emocionalmente. Que me sentía fea, que no quería que me vieras así. Que necesitaba preocuparme por mi antes que nada. Y ella fue super fuerte al decirme: Tienes que dejar de esconderte del mundo, tienes que vivir como eres y como estás. Las personas que te estiman te quieren con ánimo, sin ánimo, gorda, flaca...tal como eres, con todas tus facetas y más ahora que por fin te decidiste a enfrentar la verdad de toda tu vida. Esa eres tú y así te vamos a apoyar.
Pero yo insistía en mi miedo y mi temor por tí, por desequilibrar tu mundo, porque siento que muchas cosas quedaron inconclusas, que pudieron ser distintas y que habría bastado con que yo hubiese hablado en ese entonces, pero era demasiado joven y hoy, ya hay demasiada agua bajo el puente. Demasiadas culpas, sueños rotos, sufrimientos, postergaciones y no quiero herir ni que me hieran.
Yo tengo mi vida en proceso de reconstrucción.
Tengo decisiones buenas y malas a cuesta pero estoy sola y no le hago daño a nadie.
Sin embargo, ayer, en un impulso, antes de salir a la carretera camino a Santiago, te llamé. Estabas en un bus y te bajaste para viajar conmigo. Fue la forma mas extraña de reencontrarnos pero me dio la suficiente distancia para mantener una conversación contigo. Fue bueno verte. Fue triste recordar capitulos de nuestra vida. Se nos hizo corta la hora que duró nuestro viaje pero fue gratificante a pesar de los ocultos reproches.
Los e-mail del día fueron la claridad de que ya no podria ocultarme.
Ya estamos en el mundo del otro y ahí seguiremos.
Y por distintas razones esta canción viene a mi mente (no es la mejor versión pero es la que mas me gustó)
Etiquetas: amigos, reencuentros, viejos amores
publicadas por Principesa @ 09:15
4 Comentarios:
No sé bien tu historia, pero siempre es bueno encontrarse con las emociones... espero que todo resulte bien ... y que las emociones y sentimientos sean los mejores... besitos
Hola Principesa: al fin veo algo de tu cara, ya me puedo hacer una pequeña imagen.
Yo creo respecto a tu post, que nada debe acelarar las cosas. Lo que tenga que pasar, pasará por mucho que tu lo evites.
Pero en todo caso, uno en la vida toma decisiones y éstas tarde o temprano tienen consecuencias, buenas o malas, y ahí recién uno se da cuenta de si lo que hizo estuvo bien o no.
Pero a esas alturas ya da lo mismo si se equivoco, ya es pasado y el pasado no existe.
A veces el pensar con la cabeza bien fria y decidir si eso es lo recomendable para la vida en este mínuto es bueno, hay que hacerlo, si se tienen dudas, mejor abstenerse.
Si sé que es muy cierto eso que dice que el tiempo es nuestro mejor aliado para aclarar las cosas.
Te dejo muchos cariños y ojala algún día me llames.
Pay
Si estás contenta...yo estaré feliz por ti.
Un beso y gracias por visitarme en días negros.
Hola: Me llegó la invitación para ver tu blog.
Un abrazo,
Pay
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